Imaginemos un mundo en el que la edad no sea una barrera sino un puente, fomentando una sociedad armoniosa en la que todas las generaciones prosperen juntas, especialmente los jóvenes y las personas mayores. Esa es nuestra visión y la razón por la que proponemos la creación del Día Nacional por la Integración Intergeneracional, para promover la comprensión, la cooperación y el respeto mutuo entre generaciones.
La trama de la sociedad está tejida con los hilos de múltiples generaciones, cada una de las cuales posee cualidades únicas que enriquecen nuestras comunidades. Los jóvenes son faros de entusiasmo y nuevas perspectivas, mientras que los mayores aportan desde su experiencia y de las valiosas lecciones aprendidas a lo largo de toda una vida. Al derribar las barreras entre grupos de edad, abrimos las puertas a posibilidades ilimitadas.
Uno de los principales objetivos de la creación del Día Nacional por la Integración Intergeneracional es la promoción de interacciones significativas y respeto mutuo entre individuos de diferentes grupos de edad, especialmente entre jóvenes y personas mayores.
En el mundo actual nos encontramos regularmente viviendo en burbujas aisladas, en las que los jóvenes interactúan predominantemente con jóvenes, y los mayores con sus iguales. Promoviendo actividades, proyectos y programas intergeneracionales, podemos crear entornos en los que jóvenes y mayores compartan conocimientos, habilidades y experiencias, salvando la brecha generacional y fomentando un mayor sentimiento de unidad.
La celebración de este día sería una plataforma para reconocer y celebrar las contribuciones de todos los grupos de edad a nuestra sociedad. Es esencial apreciar que cada generación ha desempeñado un papel fundamental en la configuración del mundo en que vivimos hoy. Al destacar estas contribuciones, no sólo rendimos homenaje a nuestro pasado, sino que también inspiramos a las generaciones futuras para que contribuyan de manera positiva y significativa, al avance de nuestra experiencia humana compartida.
En el centro de la integración intergeneracional se encuentra el desarrollo de la comprensión y el respeto mutuos. Mediante el diálogo abierto y el compromiso, podemos disipar los estereotipos y los conceptos erróneos que a menudo crean divisiones entre las generaciones. Este entendimiento nos permite abordar los retos a los que se enfrentan los distintos grupos de edad e identificar, en colaboración, soluciones sostenibles que beneficien a todos.
Los lazos familiares y comunitarios son la base de cualquier sociedad. Al fomentar la integración intergeneracional, reforzamos esos lazos y creamos comunidades cohesionadas y compasivas que se apoyan mutuamente en todas las etapas de la vida. El apoyo y el amor que recibimos de múltiples generaciones no sólo enriquecen nuestras vidas, sino que también construyen una red de seguridad que garantiza que nadie se quede atrás.
En definitiva, el Día Nacional por la Integración Intergeneracional sería más que una celebración simbólica y debería convertirse en un llamado a la acción, en una causa nacional, para que rompamos las barreras que nos dividen y trabajemos juntos por un futuro mejor. Esperamos que este llamado sea acogido transversalmente, en todo el espectro político así como en todo el espectro etario, para que aportemos a la construcción de un país en el que la edad no sea un límite y en que se reconozca el aporte a nuestra sociedad de todas las generaciones.
Consuelo Moreno
Directora Ejecutiva
Fundación GRANDES